Escucha, Padre Mio,
tenemos mucho que perder,
te ruego, préstame atención.
Sentirse solos en pareja
es algo tan terrible,
y cuando llora junto a mi
quiero darle un poco más,
y ya, desilusionados ya,
abatidos al volar,
te pedimos algo más, a tí.
De tí, de tí,
por esta amarga y triste soledad,
para no ser dos muertos este sábado,
en la cafetería,
y luego ir peleándonos
por simples tonterías
sus penas son las mías,
apiadate, Señor,
que te pedimos más para los dos.
Si tu nos miras desde allí,
mis ruegos no serán inútiles,
cuando no quiere ni vivir,
quiero amarla un poco más,
y ya, nuestros corazones van
indefensos más y más
a rogarte un poco más, a tí.
De tí, de tí,
para poder creer un poco más,
y no ser dos casados separándose,
por esta hipocresía, celosa de los dos,
por la monotonía, por Dios.
Por eso te pedimos, a tí,
por este amor tan fragil algo más,
que es como un niño abandonado en un rincón
rodando por la vida,
pidiendo lo imposible,
no tantas profecías,
perdona, Padre Mio,
si escuchas desde allí,
sus llantos y los míos,
por eso te pedimos algo de tí.