Sola
cuando se apague la luz
se enciende la casa
la casa fantasma
Cosas
que se dan una vez
cada mil Californias
en un pueblo de siglo
Raras
inversiones nocturnas
diversiones absurdas
movimientos de objetos
Voces
en clavados de altura
pronunciando figuras
sin quebrar el silencio
Necesito mis pastillas
de noticias amarillas
para no volverme cuerdo
Necesito del misterio
para romper la rutina
aunque todo sea mentira
Casa fantasma
Noche
de algún oscuro terror
de mazapán y algodón
sin escondite vecino
Luna
retratos en sepia y gris
de un ermitaño infeliz
garantizándome el susto