Una vez hubo un silencio
en una esquina de ciudad
una vez, por un momento
siempre fue igual a jamás
pero en esta magia cristalina
todo es tan fugaz
y entre frenos y bocinas
vuelve a circular
Una vez hubo un refugio
en pleno centro del estrés
la ansiedad se evaporaba
entre licores y cafés
pero en el remate y la demolición
no hubo piedad
para El Fénix
de la calle Libertad
Y el rugido innovador
del acrílico y neón
por tratarse de evitar
sin querer se repitió
reciclaje en otra escala
sensación artificial
de una canción ciudadana
siempre a medio cantar
Una vez hubo un glamour
hoy tan difícil de explicar
una vez tuvimos otro
Buenos Aires que cuidar
pero en mi tierra florida
donde mis días terminaré
nadie puede perdonar
la buena fe
Una vez hubo un rincón
para vestir al paladar
de sensaciones y sabores
sin fronteras, sin edad
pero todo tiene su momento
la vida es así
y hasta a El Fénix
le tocó morir
Y no resucitó
gran liquidación
ceniza y cartel
el siglo cambió
Y si sirviera el recordar
como lo recuerdo yo
para hacerlo revivir
en una tarde de dolor
guardaría su memoria
paradoja, porvenir
para aprender del error
aunque se burlen de mí