Si tu cinturón de castidad
Es comestible como un trozo de pan
Si tu voz es la del ángel de la insinuación
Dime a quién vas a culpar.
Si te pones a tiro y tengo munición
Puedes correr pero no escapar
Si insinúas que esta noche no habrá perdón
Dime a quién vas a culpar.
Soy el zángano que zumba a tu alrededor;
Soy tu sombra, soy tu piel, soy tu voluntad
Soy la hiedra que te envuelve hasta la extenuación
Y ahora escucha bien que voy a aullar.
Wohoo-hoo, wo-hoo...
Si tu hombre se marcha a trabajar
Y tú dejas abierta la puerta de atrás
Si está lloviendo fuera y me invitas a pasar
Dime, ¿a quién vas a culpar?
Si el fuego consume mi columna vertebral
Y tus suspiros me pueden calmar
Si nos miramos y sabemos lo que va a pasar
Dime, ¿a quién vas a culpar?
Si la penumbra que envuelve tu habitación
Se incendia y se convierte en claridad
Si tu cerebro es ahora fuego artificial
Dime, ¿a quién vas a culpar?
Si el centro del mundo está entre tu y yo
Si el tiempo se detiene y ya no hay lugar
Si el antes y el después dejan de importar
Dime, ¿a quién vas a culpar?