Dime con quien andas y si está buena me la mandas.
Te diré quién eres: un oscuro bar con patas.
Dos dedos del cielo y medio telediario:
haz que no te enteras y miraré hacia otro lado.
Y tú a tu ajena propia confundiendo como siempre
colores y palabras que es lo que quiere la gente
(hey hey hey) Allá tú, tú mismo
(my my my) con tu propia circunstancia
(hey hey hey) y tu "pienso de que existo".
Y aquí estamos de nuevo
montando el mismo cristo.
No se recibe duelo salvo en aduanas;
Sigue así de igual y estarás criando malvas.
Si llegas a saber que te cortas el dedo,
te comes este sandwich de un bocado todo entero.
Y, siempre con la higiene que nos caracteriza,
te operamos la epilepsia con cuchillo de cocina.
¡Rayos y lentejas! ¡Cuántos músicos hambrientos
de fiestas jolgorio, de pan y de sexo!
La ley te permite hacer una llamada, obscena por supuesto.
No: no nos des las gracias.