Letra de ALBERTO L. MARTfNEZ
Musica de ENRIQUE SANTOS DISCEPOLO
Todo duele en la noche de mi soledad,
duele ver que el pasado no vuelve jamás;
qué poco que tengo son estos andrajos,
descubriendo el absurdo de odiar tu maldad.
Refugiada en mi amor,
yo no quiero la ofensa de tu caridad
ni te imploro que vuelvas a ser
suplicio y burla en mi fe.
Cuál es el motivo del veneno
que tu promesa le dio a mi sueño.
Niégame el destino que me obligue
a mendigarte pan de tu amor...
Y que la vida sin piedad castigue
todos los sueños que te quise dar.
Vamos, corazón, que es de otro siglo
llorar por un querer... y su maldad...