Escucho voces por milésima ocasión,
en increcendo se fondean del ciclón
y en negativa gritan sobre la ficción:
¡No puedo!
También susurros y murmullos por doquier
esclavizados a su causa de alquiler
por la ignorancia más faídica de ayer:
¡No puedo!
Vendo
cualquier palabra ya en desuso,
cualquier acorde que de intruso
en mi guitarra aterrizó;
compro
las ilusiones más gastadas,
las tierras secas, no sembradas
que solo quieren germinar.
Busco poder llegar más allá del mar
y volar, y volar.
Sé del amigo aquel
que ya naufragó
por dudar.
Busco poder llegar más allá del mar
y volar, y volar.
Y volar...
Pasan los años y las voces de negar
no prevalecen no consiguen navegar
solo progresan corazones al decir:
¡Sí puedo!
Yo pretendiera en este verso construir
sobre derrumbes, sobre llanto de morir,
yo pretendiera para siempre erradicar:
"¡No puedo!"
Vendo
cualquier palabra ya en desuso,
cualquier acorde que de intruso
en mi guitarra aterrizó;
compro
las ilusiones más gastadas,
las tierras secas, no sembradas
que solo quieren germinar.
Busco poder llegar más allá del mar
y volar, y volar.
Sé del amigo aquel
que ya naufragó
por dudar.
Busco poder llegar más allá del mar
y volar, y volar.
Y volar...