No sabía que una puesta fuera triste,
dolor vacío en mi alma.
En esta hora clara digo tu nombre,
el mundo de luz nos sobrepasa.
Aun las montañas tiritando en sus sitios,
saben que te has ido;
esplendoroso cielo vasto y tranquilo
y yo te extraño otra vez.
A las alturas, Dios, levántame;
las colinas y montes del sur
están ardiendo en su resplandor;
flama de ángel, noche azul.
Hay melodías que quisiera hacerte,
canciones llenas de amor;
anhelos y promesas desaparecen
cada vez que el sol se hunde.
No sabía que una puesta me heriría;
tantas ansias mezcladas;
daría años de mi vida por tenerte aquí
y no perderte otra vez.
A las alturas, Dios, levántame;
las colinas y montes del sur;
vuelo de ángeles en el viento
pasa en la noche azul.
Ayúdame a recordar
las colinas ardiendo en la luz;
que te alcance mi corazón,
quiero estar contigo aún.