Un día se cruzaron
Tus pasos y los míos
Yo era un alma triste
Un huérfano de amor
Vivía entre tinieblas
Y nunca besos tibios
Trajeron a mi vida
La claridad del Sol
Llegaste y ese día
Cuál dulce primavera
Mi alma por tu gracia
De pronto floreció
Y supe de la dicha
Que encierra una quimera
Y te entregué mi vida
Mi fe y mi corazón
Dios puso en tu mirada
Un cielo de ternura
Y en ese pecho tuyo
Dulzuras y bondad
Tus manos, dos magnolias
Cuajadas de ventura
Y tu alma es un espejo
Dónde me seguirás
El dardo de tus ojos
Clavados en los míos
Dejaron una huella
Que no podré borrar
Me quieres y te quiero
Y así somos dos niños
Unidos por un lazo
Que no podrán cortar
Por eso te bendigo
Por eso te idolatro
Porque eres el motivo
Sublime de vivir
Porque junto a mi madre
Me cuidas con cariño
Y soy igual que un niño
Que no sabe sufrir
Tú guardas en tu pecho
Las gracias más divinas
Y en tu risa Argentina
Un mundo de ilusión
Por eso solo quiero
A mi lado tenerte
Quererte hasta la muerte
Con todo el corazón