Hermanos, negros y blancos,
esperan la redención.
Conmigo, cuenta conmigo,
estoy donde quieras, allá va mi corazón.
Un poco desahuciado y solo,
maltratado y roto, pero al fin un corazón.
Soy el hijo del río, hermano del árbol, compadre del sol.
Y me escapé, seguí el olor de la hierba,
brisa pasajera, cicatriza el dolor
La alegría que me falta
busco incansable en una canción.
Cierto lecho apacible que me protege del mismo Dios.
No hay lugar en el mundo ni un segundo de claridad,
espesos cardos cubren hasta los campos de la amistad.
Todo lo que se pierde no vuelve más.
Todo lo que se pierde no vuelve más.
¡Ay!, todo lo que se pierde no vuelve.
Tu mano, mostrame tu mano,
las líneas no hablan de reencarnación.
Ni del futuro, no, ni de hijos ni de la muerte, no.
Sólo muestran presente, aprovechalo mejor.
Soy el hijo del río, hermano del árbol, compadre del sol.
Y me escapé, seguí el olor de la hierba,
brisa pasajera, cicatriza el dolor.
La alegría que me falta
busco incansable en una canción.
Cierto lecho apacible que me protege del mismo Dios.
No hay lugar en el mundo ni un segundo de claridad,
espesos cardos cubren hasta los campos de la amistad.
Todo lo que se pierde no vuelve más.
Todo lo que se pierde no vuelve más.
¡Ay!, todo lo que se pierde no vuelve más.
Espíritu, que rondas nuestra vivienda,
haz que no falte la leña, que no se vaya el calor.
Espíritu, que rondas nuestra vivienda,
haz que no falte la leña, que no se vaya el calor.
“... Espíritus, ánimas benditas y ángeles que rondan nuestra
morada. No te pedimos riqueza ni la abundancia, ni mucho
menos la gloria. Sólo pedimos que no nos falte la leña para
que no se vaya el calor.
Necesitamos que todas esas gargantas se unan en este
mismo llanto, aunque sea su primer palabra de espíritu.
No importa la manera. Hay cantos que desafinados suenan
más lindos que bien cantados ...
¡Espíritu! ...”
Espíritu, que rondas nuestra vivienda,
haz que no falte la leña, que no se vaya el calor.
Espíritu, que rondas nuestra vivienda,
haz que no falte la leña, que no se vaya el calor.
Espíritu, que rondas nuestra vivienda,
haz que no falte la leña, que no se vaya el calor.
Espíritu, que rondas nuestra vivienda,
haz que no falte la leña, que no se vaya el