Era una calle de barrio pobre
Y en una casa con un zaguán
Una muchacha vivía entonces
De la que todos tenían que hablar
Una muchacha que noche a noche
Dejaba el barrio para volver
Cuando la aurora dé cobre y bronce
Mezclaba el sueño con el taller
Aquella de la que todos hablaban
Porque siempre la encontraban
Al volver de madrugada
Aquella con un poema de amargura
Contenido en la dulzura
Del azul de su mirada
Estrella
De esperanzas y de olvido
Bajo un cielo amanecido
Con mentiras y champagne
Estrella
Todos, todos los
Que hablaron
Una noche que lloraron
En la casa del zaguán
Recién entonces
La hicieron buena
Y se llenaron de compasión
Para la vida que hacía aquella
Hasta encontraron una razón
Y confesaron
Quien más, quien menos
Que se pudieron equivocar
Y como siempre
El barrio entero
Recién entonces
Dejó de hablar