Creo que lloré treinta veces este año,
no sé si me gusta tanto el cambio,
odio el tráfico sudamericano,
idealizo los años universitarios.
Y suelo escaparle a las noticias
o las leo de corrido para no sentir.
Siempre me molestan mis derrotas en Nintendo,
vengo de un pueblo cheto, fresa y gomelo,
no elegir dónde nacer ni en qué momento,
lo que importa es lo que me sale de adentro.
Crecí entre mujeres que me enseñan
a defender esta voz, mi voz, mi voz.
Por ti no tengo que ser perfecta,
sé que alcanza con ser honesta,
por este mismo sueño juntos vamos,
me elegiste como soy sin reclamos.
Y así y todo te enamoré,
no sé muy bien ni cómo ni porqué,
soy una eterna agradecida,
eres un regalo a mi caótica vida.
¿Será una estupidez? ¿Será una estupidez?
¿Será una estupidez?
Todo el tiempo siento que no encajo en ningún lado,
de adolescente siempre me gustó un tarado,
hice un video que un poco me avergüenza,
rubia rodando en la cama, demasiado coqueta.
Religión, dinero, sexo y placer,
aún generan culpa y no entiendo para qué,
no entiendo para qué.
Odio el insomnio, siempre tan inoportuno,
no sé lidiar con niños, yo me siento uno.
Sobreactúo para ocultar esto que siento,
y le tengo pánico al paso del tiempo.
Estoy horas en Internet mirando besos
de películas por diversión.
No te asustes con esta última confesión.
Por ti no tengo que ser perfecta,
sé que alcanza con ser honesta,
por este mismo sueño juntos vamos,
me elegiste como soy sin reclamos.
Y así y todo te enamoré,
no sé muy bien ni cómo ni porqué,
soy una eterna agradecida,
eres un regalo a mi caótica vida.
¿Será una estupidez? ¿Será una estupidez?
¿Será una estupidez?
¿Será una estupidez?