Juego que me regalaron un 6 de enero
Soy ciudadano del amor,
llevo dogal de belleza,
en tre la hombrera y la cabeza,
entre rodilla y cinturón.
Haciendo crítica social
me perfumé de valiente,
creyendo que era disidente
y no era más que natural.
Mrtí me habló de la amistad,
y creo en él cada dia,
aunque la cruda economía
a dado luz a otra verdad.
El mundo tiene la razón
puesta en el pan, en el diario,
ese señor rudimentario
que nos dará la absolución.
Ciega, la vida nueva es
como un verso al revés,
como amor por descifrar,
como un dios en edad de jugar.
Trino, vete al destino
al punto que será final,
juega lo que no jugué
y canta que aunque sin rey mago
sigo en pie.
Seguro estoy requetemal,
debo sufrir algo extraño,
pues ni la hiel ni el desengaño
me dan razón de funeral.
El fin de siglo trae la sien
cebada de pudredumbre,
como invitándome a una lumbre
que prenderá quien ame bien.
Bendito el tiempo que me dió
una canción sin permiso,
bedito sea el paraíso
algo infernal, que me parió.
El dia del Armagedón
no quiero estar tras la puerta,
sino soñando bien alerta
donde esté a salvo de perdón.
Ciega, la vida nueva es...