Oye, escucha el secreto de mi voz
tu estás tan lejos para oírme,
temeroso de que te haya olvidado
no lo puedes soportar.
Pues entonces dame, dame algo más
dame algo que yo pueda conservar.
Así es como se consigue
que te amen,
que te amen, que te amen
de verdad.
No me importa lo prohibido
no me importa si he pecado,
con mis manos siempre limpias
por el mundo he caminado.
Porque nene yo soy
yo soy una buena mujer.
Sólo me ves cuando río
y nunca me oyes cuando lloro,
estoy cansada de tener esos días
aquí sentada hablando sola.
Pues entonces dame, dame algo más
dame algo que yo pueda conservar.
Así es como se consigue
que te amen,
que te amen, que te amen
de verdad.
Mis días pasan como un sueño
tienes miedo de lo que ves.
Me haces parecer tan cruel
y yo ahora te contestaré.
Porque nene yo soy
yo soy una buena mujer.