Hace dos perdices que olvidé que el ser feliz
Era de veinte y pocas promesas rotas,
Y cicatrices sordas
Hartas de curar heridas y tropezar,
En las mismas avenidas.
Hace dos veranos un amor atravesado,
Dirigió mi norte a un lugar extraño,
Disparó el revolver hacia el otro lado,
Susurró "coyote, esta noche seremos cowboys".
Hace algún invierno que me queman los recuerdos,
Y me absorben poco a poco los sesos,
Que reconocen, presos,
Que quizá se lo tomaron poco en serio,
Y tú dabas tu cien por ciento.
Hace dos Abriles un flechazo en el talón de Aquiles me hizo inmortal,
A todas las cicatrices que hoy sufren sordas,
Y es que el ser feliz era de veinte y pocas,
Historias de kinkis y cowboys…
No le pongas freno,
A este sol sereno,
Que quiere cantarle a la luz del trueno,
Y no existe el remedio para este cruel cowboy…
Poque hace dos perdices que olvidé que el ser feliz
Era de veinte y pocas promesas rotas,
Y cicatrices sordas
Hartas de curar heridas y tropezar,
En las mismas avenidas.
Hace dos Abriles un flechazo en el talón de Aquiles me hizo inmortal,
A todas las cicatrices que hoy sufren sordas,
Y es que el ser feliz era de veinte y pocas,
Historias de kinkis y cowboys…
No le pongas freno,
A este sol sereno,
Que quiere cantarle a la luz del trueno,
Y no existe el remedio para este fiel cowboy…
Porque hace dos perdices que los dos fueron felices
Entre tanto miedo a no seguir las directrices,
No hay remedio,
Son historias de cuando éramos pequeños,
Cuando tu eras kinki y yo Cowboy…