La guirnalda de rosas
¡Esa guirnalda! ¡pronto! ¡que me muero!
¡Teje deprisa! ¡canta! ¡gime! ¡canta!
que la sombra me enturbia la garganta
y otra vez viene a mi la luz de enero.
Entre lo que me quieres y te quiero,
aire de estrellas y temblor de planta,
espesura de anemonas levanta
con oscuro gemir un año entero.
Goza el fresco paisaje de mi herida,
quiebra juncos y arroyos delicados.
Bebe en muslo de miel sangre vertida.
Pero, ¡pronto!, que unidos, enlazados,
boca rota de amor y alma mordida,
el tiempo nos encuentre destrozados.
¡Esa guirnalda! ¡pronto! ¡que me muero!
¡Esa guirnalda! ¡pronto! ¡que me muero!