Cada soldado llevaba una canción
Cada soldado llevaba una canción.
Cantaré la que decía
mi hermano taciturno,
era el más joven,
voz interior.
Polvo molido, arena tierna,
rayo encendido sobre mi alma.
La luna clara,sagrada noche
Nube tranquila del horizonte.
Lejana estrella, de un solo día
dulce tristeza, melancolía.
Cada soldado
llevaba una canción,
cada canción su plegaria,
cada plegaria un deseo
y un estribillo común
que a coro todos pensaban:
"Que mi justicia sea la de los fuertes.
Que mi fuerza sea la de los justos"