Nana Para Dormir A Un Subnormal
Érase una vez un caballo de cristal;
Un elefante blanco
De hormiga disfrazado.
Érase una vez un soldado de latón
Que quiso ser bandera
De toda una nación.
Érase una vez una bomba de cartón
De crema, chocolate
Y helados de limón
Y que al explotar se convirtió en napalm
Porque nuestro enemigo
Quería despistar.
Duérmete mi niño,
Que te lleva el sol.
Érase una vez un jardín de regaliz
Y un niño despistado
Que perdió su nariz.
Érase una vez un valiente general
Sin brújula ni mando
Ni en plaza ni en ciudad.
Érase una vez una noble acción
Que nunca fue cristiana
Que nunca profesó
Y se condenó por atea como yo.