Nos hablaron de una música
de un tal David que alabó al Señor
allá en viejo reino de Judá,
Sonaba dulce un si un do
me emborrachaba el corazón
y el rey compuso alegre un Aleluya.
Aleluya!
Aleluya!
Aleluya!
Aleluya!
Como era fuerte ella le probó,
la vio bañándose en el balcón
la noche y su belleza le turbó.
Le ató las manos y él se dejó
la luna llena se sonrojó,
Lus labios musitaban Aleluya.
Aleluya!
Aleluya!
Aleluya!
Aleluya!
Le diste lo mejor de ti,
eso que da quien no sabe amar
y piensas que no estás del todo mal
a veces hablas por hablar
y se te escapa una verdad
y mil campanas vuelan, Aleluya.
Aleluya!
Aleluya!
Aleluya!
Aleluya!
Ni cómo se llama ni quién es él
le cuentas tu vida a esa pared
si viene o va el tipo te da igual.
Mañana puede ser peor
se pone en marcha el ascensor
y tras la puerta gritas Aleluya.
Aleluya!
Aleluya!
Aleluya!
Aleluya!
Aleluya!
Aleluya!
Aleluya!
Aleluya!