Mi madre y yo lo plantamos,
En el límite del patio,
Donde termina la casa.
Fue mi padre quien lo trajo,
Yo tenía 5 años
Y el apenas una rama.
Al llegar la primavera,
Amoramos bien la tierra
Y lo cubrimos de agua.
Con trocitos de madera,
Hicimos una barrera,
Para que no se dañara.
Mi árbol brotó,
Mi infancia pasó
Y hoy bajo su sombra,
Que tanto creció,
Tenemos recuerdos,
Mi árbol y yo.
Con el correr de los años,
Con los pantalones largos,
Me llegó la adolescencia.
Fue la sombra de mi árbol,
Una siesta de verano,
Cuando perdí la inocencia.
Luego fue tiempo de estudios,
Con regresos a menudo,
Pero con plena consciencia.
Que iniciaba un largo viaje,
Solo de ida el pasaje
Y así me ganó la ausencia.
Mi árbol quedó
Y el tiempo pasó
Y hoy bajo su sombra,
Que tanto creció,
Tenemos recuerdos,
Mi árbol y yo.
Muchos años han pasado
Y por fin he regresado,
A mi terruño querido.
Y en el límite del patio,
Allí me estaba esperando,
Como se espera a un amigo.
Parecía sonreírme,
Como queriendo decirme,
Mira antonio… já, estoy lleno de mijos.
Ese árbol que plantamos,
Hace veinte y tantos años,
Siendo yo apenas un niño.
Aquel que brotó
Y el tiempo pasó,
Mitad de mi vida,
Con el se quedó,
Hoy bajo su sombra,
Que tanto creció,
Tenemos recuerdos,
Mi árbol y yo.