Una tarde, como tantas tardes,
Sentado en un parque, me puse a pensar,
Yo no sé, si una cosa en el aire,
Un perfume, la calma, me hicieron soñar.
Y soñé con un hombre en el parque,
Que sentado, lo mismo que yo,
Preguntaba, ¿por qué estoy tan solo?
La respuesta jamás le llegó.
En silencio, mirando hacia el cielo,
El hombre, el del sueño, se puso a llorar
Y hasta entonces no había notado,
Que a mí aquel extraño, en todo era igual.
Tan real, fue esa tarde mi sueño,
Que no sé si soñé o lo pensé,
Antes de irme, sequé con la mano,
El llanto que el hombre en mi cara dejó.
Música.
Tan real, fue esa tarde mi sueño,
Que no sé si soñé o lo pensé,
Antes de irme, sequé con la mano,
El llanto que el hombre en mi cara dejó.