No,
porque tus errores me tienen cansado,
porque en nuestras vidas ya todo ha pasado,
porque no me has dado ni un poco de ti.
No,
porque con tus besos no encuentro dulzura,
porque tus reproches me dan amargura,
porque no sentimos lo mismo que ayer.
No,
porque ya no extraño como antes tu ausencia,
porque ya disfruto aun sin tu presencia,
ya no queda esencia del amor de ayer.
No,
aunque me juraras que mucho has cambiado,
para mi lo nuestro ya está terminado,
no me pidas nunca..., que vuelva jamás.
No,
no me pidas, no, no, no, no, no, no..., ¡no!