Hoy madura mi experiencia
y por ahí yo sé pensar
y no es vivir como el tero
mezquinando su nidar
si algún intruso se arrima
gritando lo ha de apartar.
Yo quisiera como el tero, tero
arrimarme a la costa cantando
ocultarme entre los pajonales
y ahí ponerme a mirar
si se acerca un agüacero
siempre lo sabe anunciar.
Si hay tormenta se oculta y no sale
siempre alegre y gritando dispara
muy amante de su compañera
enamorando ha de amar
¡Amalhaya! quién pudiera
ser un tero, tero y gritar.
Cantando por los bañados
siempre se lo ha de escuchar
cuando llega primavera
en bandada sale a andar
cabecita más inquieta
vigilante siempre está.
La leyenda nos cuenta la vida
era un hombre con mucho dinero
y jugando se ha quedao sin nada
sólo el canto y nada más
llorando noches enteras
por su fortuna ha pasao.
Por el llanto tiene ojos rojizos
sólo viste chaleco y corbata
su pobreza sólo es de dinero
y es muy rico para amar
¡Amalhaya! quién pudiera
ser un tero, tero y gritar.