Bajo el ala del abismo,
Pedro lame su tristeza
Y cuando el reparto empieza
Siente que ya no es el mismo.
A veces como una sombra
Sopla una sonrisa extraña
Y entre fieles cree que engaña
A la flor que nunca nombra.
Y huye y destruye
Sus presas como venganza
Llenando su panza
De ira y risas que amarran
Otoño a su vida
Y su amargo atardecer
Y aunque no lo ha de merecer
El final se aproxima
Y aunque llegue a la cima
No volverá
A soñar
A soñar.
Y huye y destruye
Sus presas como venganza
Mientras la parca avanza
Como el viento que lo llama
la furia que derrama
Se vuelve contra su alma
Y la sed no se calma
Y el cielo le cae encima
Y aunque llegue a la cima
No volverá
A soñar
A soñar.
Y huye y destruye
Y huye y destruye
Y huye y destruye
Y huye y destruye.
Pero cuando al cuadro aclaman
errantes de muerte lenta
pedro nunca se lamenta
por el vino que derrama