Fuera tu piel el rocío que mecen mis ramas
Fuera tu gracia el sosiego de mi tempestad
Fueran tus besos amparo de mis versos mustios
Fueran tus aves las naves que pueblan mi mar.
Fuera mi pecho el cobijo que vela tus sueños
Fuera mi lecho a enredarse en tu rosedal
Fueran mis lunas la hueste que anida en tu cuello
Fueran mis lágrimas nunca a embañar tus pies.
Fuera tu boca destino del tren de mis labios
Fuera mi esencia el perfume que vaga en tu sal
Fueran tus huellas las hojas que cubren mi otoño
Fueran mis ojos el bosque que arde en tu mirar.