Vengo a darte la mano como hermano
como hermano también quisiera hablarte
vengo a darte la mano y a escucharte
porque es sabio escuchar estando atento.
Vengo a darte la mano porque siento
que tu sangre me corre por las venas
que tu pena se abraza con la pena
de este ser y no ser que llevo adentro.
Porque soy y no soy hermano mío
porque estás y no estás para la historia
es que quiero fundirme con tu gloria
para agrandar el cauce de tu río.
Vengo a darte la mano como hermano
a romper el tabú de las fronteras
vengo a darte la mano porque afuera
hay quien quiere robarnos el mañana.
Vengo a darte la paz de mis campanas
a ofrecerte mis hijos y mi casa
que otra cosa esperabas de mi raza
de tu raza latinoamericana.
La América del sur es como un potro
que se revela ante el castigo duro
no pretende ser mucho más que otro
pero tampoco menos que ninguno.