Cuando escucho el idioma de tu pueblo
sin conocer el fondo de tu historia,
tu palabra se vuelve solo el son
y mi mente deambula en la búsqueda.
¿Es tal vez tu palabra la montaña
que miraba tu tiempo de niño
cuando crecías en Santiago, tu ciudad?
¿Aquella que te vio crecer
en días de libertad cantando el amor
de los corazones sedientos
con el canto de tus sueños?
Cuando tu voz dice el idioma de tu amor
y aún no sé el fondo de tu historia
tu palabra se vuelve solo el son
y mi alma comienza a divagar.
Pero cuando tu cantar toca a mi corazón
oigo el compás de los pies bailarines,
siento entonces la amargura de tus lágrimas
y conozco de tu risa cuando niño
y vislumbro el instante de tus sueños.
Cuando cantos el idioma de tu pueblo siento amor
y sé ahora de tu vida y de tu historia.
Tu cantar es el canto grandioso
que fecunda mi alma en el asombro.