Despacito, muy despacito
se fue metiendo en mi corazón
con mentiras y cariñitos
la fui queriendo con mucho amor.
Despacito, muy despacito
creció la llama de mi pasión
y sabiendo que era buena
le di mi vida sin condición.
Y hoy que quiero dejarla de amar
no responden las fuerzas de mi alma,
ya no se voy donde voy acabar
porque yo ya no puedo olvidarla.
Solamente la mano de Dios
podrá separarnos,
nuestro amor es más grande
que todas las cosas del mundo.
Yo se bien que nacimos los dos
para siempre adorarnos,
nuestro amor es lo mismo que el mar
cristalino y profundo