Si nos duele
Si nos duele, será que vivimos,
lo que el tiempo no puede robarnos.
Que bailaron los sueños perdidos
en la palma feliz de las manos.
Si nos duele, será que sentimos
las caricias de un dulce milagro.
Que probamos los besos precisos
de las bocas que ya no olvidamos.
Y ese fue simplemente aquel trato,
que acordamos sabiendo que era
tan fugaz como el sol de un verano,
que al final se llevó la tormenta.
Y ese fue simplemente el contrato,
que firmamos sin darnos ni cuenta.
Que los sueños son nubes de paso,
que sin más como vienen, se alejan.
Si nos duele, será que tuvimos
varias noches de lunas ardientes.
Derramado en el suelo el vestido,
y un reloj que prohíbe lo urgente.
Si nos duele, será que anduvimos
persiguiendo lo que no conviene.
Alejados del mundo y del ruido,
apagando la sed y la fiebre.
Y ese fue simplemente aquel trato,
que acordamos sabiendo que era
tan fugaz como el sol de un verano,
que al final se llevó la tormenta.
Y ese fue simplemente el contrato,
que firmamos sin darnos ni cuenta.
Que los sueños son nubes de paso,
que sin más como vienen.
Que la herida además de no vernos,
nos recuerda que nos entregamos
con el alma dispuesta y el sueño
del que un día sin más despertamos.
Y ese fue simplemente aquel trato,
que acordamos sabiendo que era
tan fugaz como el sol de un verano,
que al final se llevó la tormenta.
Y ese fue simplemente el contrato,
que firmamos sin darnos ni cuenta.
Que los sueños son nubes de paso,
que sin más como vienen, se alejan.