La noche es nuestra
Tú que eres capaz de hablar
con los fantasmas que se mueven en la oscuridad,
y de pedirles que se queden en las sombras,
y comprenderlos.
Te niegas a mirar atrás,
mientras me indicas el camino en la distancia,
y te descifras en mis sueños más profundos
sin pretenderlos.
Vamos a cantarle a la luna
vestida de Saturno.
Vamos a nadar en la espuma
de toda la ciudad.
Porque la noche es nuestra,
ardiendo en tus manos lentas,
buscando entre mil respuestas.
Es nuestra, es nuestra,
no es de nadie más.
Tú que eres capaz de amar,
y de sentirte acompañada en la soledad,
y de vestirte con las alas del peligro,
y de vencerlo.
Logré poderte despertar,
cuando el lucero apunte al alba y el camino,
se nos alumbre con el único destino
de ser eternos.
Vamos a cantarle a la luna
vestida de Saturno.
Vamos a nadar en la espuma
de toda la ciudad.
Porque la noche es nuestra,
ardiendo en tus manos lentas,
buscando entre mil respuestas.
Es nuestra, es nuestra.
Porque la noche es nuestra,
ardiendo en tus manos lentas,
buscando entre mil respuestas.
Es nuestra, es nuestra,
no es de nadie más.
Y si se atreven a dejarlo,
y si se atreven a fingir que no,
caminaremos de la mano,
y les tendremos que decir 'adiós'.
Porque la noche es nuestra,
ardiendo en tus manos lentas,
buscando entre mil respuestas.
Es nuestra, es nuestra.
Porque la noche es nuestra,
ardiendo en tus manos lentas,
buscando entre mil respuestas.
Es nuestra, es nuestra,
no es de nadie más.