Mientras vibre cada noche
entre las lágrimas insomnes,
mientras llueva y nos mojemos
como se mojan los besos.
Mientras duelan todavía
las penúltimas mentiras,
mientras quepa en el silencio
todo el ruido de los sueños,
mientras tanto,
amando.
Mientras hieran las distancias
con sus puntas afiladas,
mientras sólo nuestros cuerpos
sean pasto para el tiempo.
Mientras sigan confundidas
nuestras áridas pupilas,
mientras callen las palabras
para hacerse necesarias,
mientras tanto,
amando.