Ya vislumbro mi hogar anhelado
al final de este largo camino.
Se iluminan mis ojos cansados
de buscar ese cielo perdido.
Ya en mi mente se apagan los juegos
y se esfuman antiguos demonios.
Me desnudo de voces banales
y también de ropajes erróneos.
Ya no temo a tinieblas hostiles
ni mis pasos se encuentran heridos.
Renaciendo rompí mis cadenas
y maldije este mundo dormido.
Ya no soy un acorde gastado
de quimeras surgidas del tedio.
He vencido por fin a este abismo
y a las sombras de este destierro.
Ya no soy marioneta del sueño
apresada en la red del letargo.
Atravieso el umbral del origen
y abandono mi herencia de esclavo.
Ya desborda la Vida en mi aliento
y ese Fuego recorre mi cuerpo.
Desperté de una cruel pesadilla
con Conciencia, yo inicio el Regreso.