En tu nocturna palidez
muere invisible el porvenir.
Desde las piedras puedo ver
años marchitos en tu piel.
Pétalos caen sobre mí
velo de sueños sin abrir
manto de sangre vegetal
que en mis entrañas vas a hundir.
Déjame estar
hoy a tus pies
bendíceme
porque perdí mi fe
porque perdí... mi fe.
Bajo las piedras puedo oír
cantas estrellas para velar
tierra en mi boca sin bendecir
mordiendo flores para llorar.
Déjame estar
hoy a tus pies
bendíceme
porque perdí mi fe
porque perdí... mi fe.