Cuanto siento defraudarte
y me puedes despreciar,
pues de pronto sé que debo dejarte,
no lo puedo remediar.
Tú te quedas tan callada,
no te explicas la razón;
y te sientes por mi culpa desgraciada,
sé que no tendré perdón.
Pero debes comprenderme
si me marcho ya.
Por tu piel has de dejar de quererme,
tienes que olvidar.
Para que fingir cariño que no te he de dar,
porque mi destino está ya marcado;
hay en mi vida otra vida:
el amor de verdad.
Sé seguro que esta noche
sin dormir la encontraré.
Sé también que no me hará reproches
y perdón me pediré.
He sabido en un instante
que lo nuestro se acabó.
Y comprende que lo más importante
es el verdadero amor.
Pero debes comprenderme
si me marcho ya.
Por tu piel has de dejar de quererme,
tienes que olvidar.
Para que fingir cariño
que no te he de dar.
Por tu piel has de dejar de quererme,
tienes que olvidar.