Con esa camisa fina,
tan estrecha al punto que
lo imaginaba todo.
Y aquel aire de chiquilla,
del que nunca quise hablar
y me volvía loco...
Y claras noches de estío,
el mar, los juegos, las manos,
entre el deseo y el miedo
de verse desnudos...
Un beso en boca salada,
un fuego y siempre reír...
El amor echo en el faro;
te amo de verás,
te amo lo juro,
te amo, te amo de veras...
Y ver que me miraba con sospecha,
luego sonreía y me abrazaba
estrecho, estrecho.
Y yo, yo que jamás comprendí nada,
veo que ahora ya
no me la quito de la mente.
Porque...
Ella era un pequeño gran amor,
sólo un pequeño gran amor,
nada más que eso,
nada más...
Me falta hasta morirme
ese pequeño gran amor,
ahora que sabría qué decirle,
ahora que sabría qué hacer,
ahora que
quiero un pequeño gran amor...
Esa caminata extraña
todos lo sabían, todos te reconocían...
Me decían "no vale nada"...
pero yo una cosa así
jamás la creería.
Largas carreras al mar
buscando estrellas caídas,
manos siempre curiosas
de cosas prohibidas...
una canción mal cantada,
pintame el cielo de azul...
quien llega antes al muro.
No estoy tan seguro si te amo de verás,
no estoy, ya no estoy tan seguro.
Y ver que de repente no me hablaba.
Más se le veía
el rostro claro que sufría...
y yo, yo que no sé cuanto he llorado,
solamente ahora,
ahora empiezo a darme cuenta
que ella era un pequeño gran amor,
sólo un pequeño gran amor,
nada más que eso,
nada más...
Me falta hasta morirme
ese pequeño gran amor,
ahora que sabría que decirle,
ahora que sabría qué hacer,
ahora que
quiero un pequeño gran amor..