Envuelta en niebla de humo
Veo mi copa
La sucia luz del cafetín
Daba el rostro un tinte de pavor
Y a la sangre impulsos de arlequín
Amanecimos esa noche
Cómo una aurora en el fangal
Ciegos de palabras
Buen camino, redención
Y el sueño vano de final
Besa mi silencio con tu voz
Que tantas veces ávido escuché
Luna en el cielo absurdo
Llama que encendió el suisse
Sangra
Por su ausencia corazón
Que nunca nunca
Más la escucharás
Hoy sus recuerdos
Es un puñal
Templado al tiempo
Y al dolor
Hundido en mi soledad
Si todo fue sainete o drama
Al fin de cuentas
Qué más da
Fuimos un abrazo en el turbión
Vida que se gasta sin mirar
Encadenada a tu destino
Volviste al seno del fangal
Pero por mis sueños
Ya eras canto y eras flor
Y así te guarda el corazón