Te vi salir del templo
Con tu flamante esposo
Envuelta en los acordés
De la marcha nupcial
Un resplandor de dicha
Te iluminaba el rostro
El porte de una reina
Lucias al andar
En mi redor la gente
Comentaban tu belleza
Yo sentí mi herido pecho
Estremecerse de emoción
Me daba vuelta la cabeza
Y era la angustia del corazón
Dulce tiempo
Que estás a la distancia
Cuántas ilusiones
Tantos juramentos
Tus palabras, tus risas, tu fragancia
Castillos de esperanza
Barridos por el viento
Yo era pobre soñador
Ebrio de Luna
No pude ofrecerte
Más bien que mi ternura
Vos echaste a una balanza
Tu hermosura
Y el dinero del otro
Peso más
En lágrimas secretas
Se ahogaron mis reproches
Oyendo el homenaje
De la marcha nupcial
Mire partir tu coche
Que se perdió en la noche
Y hui
Con mi doliente profunda soledad
El eco de la marcha
Se adentró hasta lo más hondo
De mi ser
Y aquella noche
Febril noche de obsesión
Solo con ritmo de responso
Sobre el cadáver de mi ilusión