Hoy digo sí
quiero perderme en los viciosos ojos de la noche
la inteligencia de un hábil alquimista,
la dosis justa, la química precisa.
Ausencia de dolor, no sabe tan bien
y en un instante cabe un mundo de placer.
Sé que mañana de nuevo diré 'no',
pero esta noche que no se acabe nunca, nunca.
No hay nada, no hay nadie que me pueda parar los pies.
No hay nada, no hay nadie que nos frene este viaje contigo.
Haces que brille lo mejor de mí
paso fugaz por un cielo sin Dios.
Fiesta de los sentidos, vamos niña al mar
a coger olas, que mañana quedará espuma y nada más.