Bailan los sentidos al son de tus dedos.
Cautivo y morboso naufrago en tu cuerpo.
Un metro de cuerda, el poder en tus manos.
Esclavo de lujo, bendito desorden.
Perlas de sangre derrama tu copa.
Cóctel de gozo siempre en su medida.
Dame, niña, que me gusta.
Dame suave, pero dame.
Que esta noche quiero estar
encadenado a tus juegos