A mi ciudad
Te pusieron nombre de mujer
y la luna que te vio nacer
se puso a sonreír, Magerit.
Intuyendo tu hospitalidad,
y tus noches llenas de pasión,
tu franqueza y tu conversación,
y ahora llueve, llueve, llueve sobre ti,
y hay quien dice que Dios llora lágrimas de azul añil,
y llueve y llueve por todos los que ya no están aquí,
nos han querido borrar del mapa, Magerit.
Se mezclan la sangre y el dolor,
barro negro, blanco y de color,
todos son iguales ante el terror.
Ya no hay distinción ya no hay desdén
y las velas cubren el andén,
que esta vez la muerte vino en tren.
Y llueve, llueve, llueve sobre ti,
La columna de humo negro flota y sube desde aquí
y llueve y llueve por todos los que ya no están aquí,
nos han querido borrar del mapa, Magerit.
Miles de gargantas gritan en tus calles ebrias de emociones
y la paz sigue escondiéndose en el fondo de los corazones
que tienen fe para creer
que sigue habiendo un cielo...
Un día veremos florecer
la semilla que este amanecer
enterró en nosotros sin querer;
y nos volveremos a encontrar
en esta ocasión para cantar
esta melodía por la paz.
Y llueve, llueve, llueve sobre ti,
este marzo se ha tragado toda la humedad de abril
y llueve, llueve por todos los que ya no están aquí
nos han querido borrar del mapa, Magerit.
Y llueve, llueve, llueve sobre ti,
pero sigue sin borrar la sangre derramada en ti
y llueve, llueve por todos los que ya no están aquí
te has quedado en nuestra memoria, Magerit
nunca se olvidará tu historia, Magerit,
y el mundo gira como una noria...