¡Qué noche llena de hastío... y de frío!
¡El viento trae un extraño... lamento!
¡Parece un pozo de sombras... la noche!
¡Y yo en las sombras camino muy lento!
Mientas tanto la garúa
se acentúa
con sus púas
en mi corazón...
En esta noche tan fría... y tan mía...
pensando siempre en lo mismo...
me abismo...
Y aunque quiera arrancarla,
desecharla
y olvidarla
la recuerdo más...
¡Garúa!...
Solo y triste por la acera
va este corazón transido
con tristeza de tapera...
Sintiendo... tu hielo...
porque aquella con su olvido
hoy le ha abierto una gotera...
¡Perdido!...
Como un duende que en la sombra
más la busca, y más la nombra...
Garúa... Tristeza...
Hasta el cielo se ha puesto a llorar.
¡Qué noche llena de hastío... y de frío!
No se ve a nadie cruzar los la esquina...
Sobre la calle, la hilera de focos
lustra el asfalto con luz mortecina...
Y yo voy como un descarte,
siempre solo,
siempre aparte,
recordándote...
Las gotas caen en el charco de mi alma...
Hasta los huesos calados... y helado...
Y humillando este tormento
todavía pasa el viento
empujándome...