Yo recuerdo
camino a San Lorenzo entre
las tiendas de café.
Y las piedras,
tan suaves que se escapan
a mis pies.
Y las algas,
teñidas y arropadas por los restos de alquitrán.
Y en el Muelle
el mar se vuelve verde al nublar.
Y en la Cuesta,
fumándose las flores,
vertiendo los licores
fermentados
de frutas de verano.
Seguiré rumbo norte.
Es mi vuelta a casa.
Es mi dirección, mi compás, mi falseta…
Y ahora añoro
paseo al Rompeolas cuando
empieza a atardecer.
Y en el Cerro
camino contra el viento
o con él.
Por las noches,
reunidos en la Plaza
etílicos e insomnes,
acunados
al ritmo atormentado
de Tom Waits.
Seguiré rumbo norte.
Es mi vuelta a casa.
Es mi dirección, mi compás, mi falseta…
Es mi introducción, mi compás, mi falseta…