Doy
por mi auto compasión
una oración.
Don
el que esté en mis recuerdos
que ahora mismo
ya son cientos.
Y aquí estoy.
Que me extirpen por favor
el sinsabor.
Sí, que me tejan a ganchillo
uno a uno mis nudillos.
Y así estoy.
Son,
esas cosas que ahora son
de otro color.
Son
el que marcan en los cielos
donde van los perros buenos.
Doy
otra mano de almidón
al corazón.
Que hoy
con tu ausencia se me agrieta,
y al garete quien no entienda
que es amor.
Que yo menguo este dolor
con devoción.
Sí, que el quererte con locura
para mi es la mejor cura.