Vos sos del tiempo de la Reina del Plata.
Del Buenos Aires que nos contaron mal.
Cuando en el barrio crecía Milonguita
y ya empinaba su luz la gran ciudad.
En el suburbio temblaban las guitarras.
Julio de Caro tallaba en el violín.
Tangos de Bardi bajaban de las parras.
Bailes de patio que suenan hasta aquí.
Reina del Plata
se ponía los largos.
Y la copaba
un morocho cantor.
Los que tenían
seguían pelechando.
Los pobres diablos
mordían el rigor.
Reina del Plata.
Mandaba don Marcelo.
Y había cielos
de higuera y corralón.
Inflaba el trigo
la luz de su desvelo.
Y un toro triste
lamía su esplendor.
Vos sos de aquellos muchachos de la “Guardia”.
Mezcla de estaño, empedrado y berretín.
Que se jugaron la suerte a una baraja
y amaron dulces muchachas que no vi.
Vos sos del tiempo de la Reina del Plata.
Del Buenos Aires que alguno me contó.
Cuando se hacía el amor con serenatas.
Y se yugaba como se yuga hoy.
Vos sos del tiempo de la Reina del Plata.
Del Buenos Aires que alguno me contó...