La oncena
La nieve baja del cerro,
blanqueando de espuma el río
y el río se va a la nube,
libre como el campo mío.
No quieran ponerme moldes
para cantarle a la tierra.
Yo canto con toda el alma,
pero canto a mi manera.
Me gusta la voz del viento,
que siempre canta distinto,
aunque parezca lo mismo...
Me anda faltando una nota
pa' llegar a la docena.
Por eso, mi chacarera
se va llamando "la oncena".
No me importa que no escuchen,
si no quieren escucharme;
mi cantar lo aprende el viento:
alguien habrá de heredarme.
No quiero quedarme quieto,
junto a la vida que anda;
sobre el agua que se estanca,
se va la noche estrellada.
Cada cual diga su copla.
No me gusta andar camino,
que otros hayan recorrido...
Me anda faltando una nota