Sentado solo en un banco en la ciudad, con tu mirada recordando el litoral. Tu suerte quiso estar partida, mitad verdad mitad mentira como esperanza de los pobres prometida. Andando solo bajo la llovizna gris, fingiendo duro que tu vida fue de aquí. Porque cambiaste un mar de gente, por donde gobierna la flor: mirá que el río nunca regaló el color. Carito suelta tu pena se haga diamante tu lágrima entre mis cuerdas, Carito suelta tu piedra para volar como el zorzal en primavera ... En Buenos Aires los zapatos son modernos, pero no lucen como el la plaza de un pueblo. Dejá que tu luz chiquitita hable en secreto a la canción, para que te ilumine un poco más el sol. Cualquier semilla cuando es planta quiere ver, la misma estrella de aquel atardecer , que la salvó del pico agudo refugiando el lado oscuro de la gaviota arrasadora de los zurcos. Carito yo soy tu amigo , me ofrezco árbol para tu nido. Carito suelta tu canto que el abanico en mi acordeón lo esta esperando...