Muchacho de la cosecha
que por las manos desechas
se van secando tus brazos
como se seca el bagazo
que tu cuchillo no pele fuerte
porque en el filo anda la muerte.
Compañeros del rocío
por el camino del frío
con el padre caminando
la angustia se va yapando
cuando la escarcha le esté doliendo
se alzará el nombre floreciendo.
La madrugada ya está
Adolfo Aguirre se va a pelar
su juventud en el surco
es como el alma del azúcar
por las cañas que va cortando
su Tucumán lo está llorando.
Cuando el cansancio lo gana
a eso de media mañana
el vientito que le sopla
le va soltando una copla.
La pena ya no se le hace tanta
si anda una zamba en su garganta
y si la tarde lo alcanza
postergando su esperanza.
Regresa por los rastrojos
con sudor en los ojos
changuito Aguirre muchacho tierno
florcita en la voz del invierno.