Ahí anda con su huahuitaentre sus brazos tibios, dormiday ella la mira asustadacomo urpilita perdidaDoncella, luz de los montespureza criolla de antiguos laressobre la arbórea coronala saludan los zorzalesLlevando su buena andanzaa Dios le ruega por sus doloressin maldecir a aquel hombreque le mintió en los amoresEn el cofre de sus brazosle está temblando una nueva viday ella la mira asustada como urpilita perdidaRecuerda la fiesta criollaallá en los ranchos de monte adentrooyó alegres chacarerasy vidalas con lamentosTal vez fuera aquella zambaquizá el aroma de los tunalestal vez la luna de aquel cieloalunando en los sunchalesDesde el camino del ríoun viento macho quebró las puertascomo para darse el gustode verlas por siempre abiertas