Hoy me soñé la cabeza,
Con una mirada la abría yo en dos;
Una mitad iluminada,
La otra oscura apareció.
Luna nueva o decreciente,
La media cabeza se encaramó,
A sí misma enamorada
De la otra mitad quedó.
No veo los pensamientos
Con mi ojo singular,
No escucho mis intenciones
Con mi oreja sin su par.
En la mitad iluminada
Una zona anocheció
Y en la oscura gemela
Una chispa se encendió.
La alegría está gimiendo
Y la pena se sonrió,
El párpado del oído
En la ceja se olfateó.
Hoy me soñé la cabeza,
Con una mirada la hice dos
Y la mitad de alegría
De lo triste se escapó.
Cuánto odio, cuánta pena,
Cuánta rabia, cuánto mal,
Cuánta mentira de veras,
Cuánto amor sin declarar.
Voy a partir las mitades
Con unas tijeras, las cuadruplicar:
Un cuarto para orientarme,
Un cuarto para me extraviar.
Pobre cabeza deshecha,
Me nostalgia su unidad,
Quiero reunir sus mitades
Y no se pueden juntar.
Cuatro cabezas yo tengo
Aprendiz de soledad;
Hasta que no venga el mago,
Cuatro veces a pensar.
Ocho cabezas yo tengo
Y en un solo corazón
Y con ese desajuste
Se termina mi canción.