Abriendo el tímpano me vuelvo prólogo
y a los acústicos oyentes múltiples
les cuento rápido mi entrada orgánica
al ancho círculo del clan esdrújulo
donde la antípoda de lo catártico
lo antepenúltimo es tan novísimo
que ataca al óxido de lo tiránico
y a lo retrógrado lo deja mínimo.